Paraguay.- Su nombre es Tatiana Benítez Insaurralde. Lo que vivió a la edad de 5 años marcó la historia del trasplante pediátrico en Paraguay. Su testimonio trascendió la barrera de lo imposible y la convirtió en un ejemplo de lucha.
Una segunda oportunidad para “Tati”
Con gran entusiasmo, Tatiana compartió sus vivencias que marcaron un profundo antes y después en su vida. Recordó el 2006, fecha en la que comenzó a padecer los primeros síntomas de la miocardiopatía dilatada. La desagradable noticia fue recibida por sus padres, Lilian Insaurralde y Sebastián Benítez.
Sus padres se enteraron luego de un chequeo médico que le hicieron por el constante estado de cansancio que presentaba. Los doctores les habían explicado que la enfermedad se debió a un virus que había dañado de forma irreversible el corazón.
Luego de esta inesperada noticia, ellos se encontraron con la inexistencia de trasplantes pediátricos en el país. En consecuencia, su padre viajó a España para tratar de conseguir el dinero para operarla en ese país.
Pero la niña no pudo viajar a Europa debido a graves problemas de salud. Esto generó su ingreso en terapia intensiva.
Primera cirugía cardíaca en niños en Paraguay
En el 2007 se conformó el plantel médico que estaría a cargo de la primera cirugía cardíaca en niños. Estaba integrada por cinco médicos paraguayos que pertenecían al el equipo del Centro Médico Bautista. Eran especialistas con experiencia en trasplantes de adultos, pero no en niños.
El Centro Médico contaba con lo técnicamente necesario para la operación de trasplante, solo quedó esperar conseguir un corazón. Fue entonces cuando el 31 de agosto informaron que Tatiana sería operada esa misma madrugada. Una donante había aparecido en el este del país.
“Fue la noticia más increíble que nos tocó vivir. Cuando todo parecía que se perdía y que la fuerza se acababa para ella, aparece un donante…”, indicó la madre.
La intervención duró más de siete horas, Tati recordó que despertó confundida. “Recuerdo que desperté y moví el brazo derecho, luego el izquierdo y después empecé a mover las piernas. Me sentía diferente, era inexplicable, había más energía en mí”, describió Tatiana.
Tatiana en la actualidad
Tati lleva una vida completamente normal, gracias a la oportunidad brindada. Según informaron fue una pequeña donante que sufrió muerte cerebral. A raíz de esto la madre de la pequeña tomó la decisión de donar sus órganos
Tatiana comentó que dedica parte de su tiempo libre a investigar y ayudar a las personas en busca de un donante.
Cabe destacar que en el 2016, ganó la medalla de oro en golf en la Competencia Deportiva Latinoamericana de Trasplantados, realizada en la ciudad de Mendoza, Argentina. En el 2017, conquistó el oro en los XXI Juegos Mundiales de Deportistas Trasplantados, celebrados en Málaga, España