São Paulo.- Faltan pocos días para la primera vuelta de las Elecciones Generales, y las mujeres pobres de Brasil siguen sin apoyar al candidato Bolsonaro.
Declaraciones
Tal es el caso de Luciléia Morales Leite, quien reside en uno de los barrios más humildes de São Paulo. Cuando consultan en este sector, los ciudadanos manifiestan que todavía no deciden por quién votar.
A pesar de ello, sus habitantes han alegado que nunca apoyarían a Jair Bolsonaro. “No me gusta lo que dice. Insulta a las mujeres y no respeta al ser humano», opinó Luciléia.
Los comicios están pautados para el próximo 7 de octubre.
Luciléia es de piel negra y contextura corpulenta nacida en Maranhão, región ubicada al norte de Brasil. La mujer se marchó a vivir hace casi dos décadas a la mayor ciudad del país, São Paulo. Con solo 21 años su único objetivo era trabajar para mejorar su vida.
Actualmente, a sus 39 años vive en el barrio periférico Jardim Ângela. En dicho sector la esperanza de vida es de solo 55,7 años, mientras que el sueldo medio mensual es de 1.890 reales, aproximadamente 460 dólares.
Mujeres como Luciléia son una barrera para que el candidato Bolsonaro gane en la primera vuelta electoral. El 49% de esas ciudadanas afirman que no votarían por el diputado en ningún caso.
Luciléia afirmó que si el ex presidente Lula da Silva, hoy preso, pudiera presentarse, sin duda lo apoyaría. «Ayudó mucho a las clases más bajas, principalmente en el nordeste del país. El banco ayudó a mis padres para adquirir su tierra, durante la época de Lula pudieron acceder a créditos», argumentó a la prensa.
Por otra parte, ratificó que lo más probable es que termine optando por el candidato Geraldo Alckmin.
“Todavía no he parado a pensar (…) A veces decido en el último momento, por impulso”, explicó Juliana Fraga Melo. Sin embargo, la vecina de Luciléia opinó también que está segura no votará por Bolsonaro.
Los votos nulos o indecisos, como el de las brasileñas suman el 17% en el último sondeo de Datafolha. No obstante, entre las mujeres con renta de hasta dos salarios mínimos suben hasta el 25%. Expertos confían en que una parte de los electores se decidirán en el último momento.
Bolsonaro sabe del rechazo que despierta entre las mujeres. Actualmente, el candidato sigue hospitalizado tras haber sido acuchillado el 6 de septiembre. Ni él ni sus partidarios parecen hacer caso a los datos.