Asunción.- La Ley de Atención Integral a Personas con Cáncer entró en vigencia este jueves en Paraguay, por decreto de Mario Abdo Benítez.
El mandatario paraguayo dio la noticia en sus redes sociales. En Twitter dijo que con esta propuesta han creado el Programa Nacional de Control del Cáncer (Pronac), el cual dependerá directamente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
Entre las funciones que tendrá la Pronac resalta la del ofrecer un servicio para el diagnóstico precoz y tratamiento integral. Cuidados, rehabilitación y prevención son algunas de las actividades incluidas en este tipo de programa dirigido a la población paraguaya.
Desde el pasado mes de diciembre, se sancionó el proyecto en el Congreso. Además de esa institución, también se creará el Consejo Nacional Asesor para el Control del Cáncer.
Además, el presidente indicó que espera combatir la terrible enfermedad con mayor eficiencia y eficacia. Cabe destacar, el cáncer ha afectado a más de tres mil paraguayos en 2017, quienes perdieron la batalla por carencias en el sistema de salud.
Entre 2016 y 2017, más del 70% de los pacientes que eran tratados por cáncer fallecieron después de su diagnóstico. Algunos de ellos no conocían las medidas preventivas y otros por carecían de tratamientos adecuados a sus necesidades.
En nuestro país, el cáncer de mama es una de las primeras causas de muerte en mujeres. Los índices también son elevados para los casos de cáncer de cuello uterino. En los hombres, los casos más comunes son los de próstata e incluso los de pulmón.
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Cáncer
Esta enfermedad ocurre cuando las células anómalas suelen dividirse sin control. A partir de ese momento comienzan a destruir sin control los tejidos corporales en la persona.
El cáncer de mama, próstata o pulmón no son los únicos tipos que existen. Basalioma, melanoma, leucemia, linfoma, cáncer de colon son otras de las variaciones.
Los pacientes con este tipo de patología suelen morir cuando no son tratados adecuadamente. Algunas veces, la persona puede tener tumores benignos o malignos, e incluso ambos.
Los primeros suelen ser de crecimiento lento, no se propagan y rara vez recidivan cuando los extirpan. En el caso de los segundos, las repercusiones son más graves porque esas células consumen nutrientes que necesitan otros órganos. De presentarse ese escenario, las masas cancerosas son mayores y el tumor crece de tal manera que puede “matar” a los órganos a su alrededor.
