Paraguay.- Graciela Santos es la primera mujer en recibir una libreta de navegación como marinero en Paraguay. Estudió en la Escuela Náutica de Uruguay, donde realizó un curso de Patrón de Cabotaje y se recibió de oficial fluvial.
La joven recibió su libreta de navegación, luego de muchos años de lucha en una institución que, según señaló, “solo aceptaba hombres”.
«Estudié en una escuela donde había 400 hombres y muy pocas mujeres», comentó Santos
Lucha contra la discriminación
La paraguaya narró que todo comenzó en el año 2010, cuando desde la Prefectura General Naval le comunicaron que no lograría ser marinero mercante, solo podía ser limpiadora o cocinera del crucero Paraguay porque «las mujeres no navegan«, según informó paraguayfluvial.com.
Posteriormente, comenzó a realizar el curso Oficial Fluvial y Patrón de Cabotaje en Uruguay, entre 2012 y 2016. El título obtenido le habilita a navegar hasta 50 millas náuticas de la costa en el mar.
«Amo esta profesión. Trabajo en una empresa naviera y mi proyecto es embarcar en la misma empresa. Vengo de una familia navegante y siempre quise ser como mi padre», expresó Santos.
Luego, regresó a Paraguay para solicitar la homologación de su título, que no logró obtener. Graciela declaró que en ese momento comenzó su «historia de discriminación» por ser mujer ya que la Prefectura Naval se oponía a otorgarle los documentos.
Posteriormente, consiguió que le fuera entregada la libreta de navegación como marinero, lo que le posibilita trabajar.
«Soy la primera mujer en cubierta a la que le otorgaron la libreta de navegación», destacó Santos.
Es importante señalar que aún no se resuelve la problemática de su anterior expediente, correspondiente al pedido de homologación del título obtenido en Uruguay.
La paraguaya lamentó que por ser mujer deba pasar por esta situación. ««Dijeron que no nos iban a aceptar a las mujeres porque no servíamos para nada», recordó.
Todo por su sueño
Su sueño es llegar a ser capitán, pero para ello aún deben pasar muchos años, según indicó
Además informó que no abandonará su ilusión, que nació por la gran admiración que siente por su padre, quien trabaja como maquinista en la Marina Mercante.