La película «Coco» es la más reciente película de Disney·Pixar, es una historia de amor a México a través de una de sus tradiciones más conocidas, el Día de Muertos, y también una reivindicación de la comunidad latina y su creatividad, afirmaron hoy sus creadores.
«Hemos pasado los últimos seis años haciendo esta película, viajando por México y aprendiendo a amar este país. Y hemos tratado de introducir todo el amor y pasión en la película», señaló en una rueda de prensa en la Ciudad de México el director de la cinta, Lee Unkrich.
«Coco», refleja el cuento de un niño de 12 años llamado Miguel cuyo sueño es llegar a ser un gran músico, como su ídolo Ernesto de la Cruz, a pesar de que su familia le tiene prohibido el contacto con la música.
Con la firme intención de demostrar su talento, Miguel inicia un viaje que le llevará a la Tierra de los Muertos hasta desvelar la verdad que se esconde detrás de su historia familiar.
La película se empezó a desarrollar mucho antes del arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, pero hoy Unkrich recordó que, en el «clima político» actual, es un «honor» para el estudio «traer algo de positivismo».
En el caso del codirector del filme, el hispano Adrián Molina, «Coco» fue una «verdadera oportunidad para presentar el talento de la comunidad latina», tanto en el doblaje de actores como en el trabajo detrás de cámara para construir el mundo en el que se mueven los personajes.
Una gran responsabilidad y todo un reto, recordó Molina, para evitar caer en «clichés y estereotipos», pese a representar el Día de Muertos y revivir figuras tan insignes -y a menudo caricaturizadas- como la pintora Frida Kahlo o el cantante Jorge Negrete.
Entre tanto, la productora Darla K. Anderson, quien junto a Unkrich ganó el Óscar a la mejor película de animación con «Toy Story 3», explicó hoy que buena parte del equipo trabajó en la documentación para la película, visitando distintos lugares de México y conviviendo con familias.
«Todas las cosas que contaron (las familias) al equipo y a los artistas, esos detalles, quedaron plasmados en la película. Y el hecho de viajar a lo largo del país nos permitió inspirarnos mucho en la arquitectura», señaló Anderson.