Paraguay.- María Felicia de Jesús Guggiari, conocida como Chiquitunga, es la primera beata paraguaya. El 23 de junio subió a los altares católicos con una ceremonia especial en el país. En medio de un desborde de devoción y una fiesta repleta de fieles, el estadio de Cerro Porteño quedó pequeño.
La fiesta de beatificación de Chiquitunga
El gran evento se realizó en el estadio de Cerro Porteño el 23 de junio. En el recinto estuvieron fieles católicos que asistieron a la fiesta de beatificación de Chiquitunga.
El cardenal https://diarioasuncion.com/beatificaran-a-maria-felicia-de-jesus-sacramentado-chiquitunga/, prefecto del Dicasterio para la Causa de los Santos, estuvo en esta celebración. La misión encomendada por el Papa Francisco fue exclusivamente declarar beata a la carmelita paraguaya.
Alrededor de 50.000 devotos llenaron las gradas del coliseo deportivo y sus alrededores. Igualmente gran cantidad paraguayos no pudieron acceder al estadio porque estuvo “abarrotado” de personas.
Un grupo de teatro presentó una obra para exponer la corta e intensa vida de la carmelita. Entre aplausos y canciones dedicadas a la beata, así fue como transcurrió la previa de beatificación.
Decreto del Papa Francisco
“Sea llamada Beata, de ahora en adelante, y que el 28 de abril, día de su nacimiento en el cielo, pueda ser celebrada cada año en los lugares y modos establecidos”, leyó el purpurado.
El enviado del papa Francisco dio un mensaje especial del Santo Padre. “Les traigo el saludo del Santo Padre. Él les recuerda siempre con cariño y les hace llegar su bendición”, dijo.
El cardenal Amato resaltó aspectos de la vida y obra de la beata paraguaya. Señaló que es un ejemplo para todas las personas. También resaltó que ella fue capaz de dar su vida por la fe.
Cerca de 50.000 católicos recitaron el Padrenuestro en guaraní.
“Tanto en la Acción Católica como en el convento siempre estuvo disponible para colaborar, para ayudar, para promover la concordia. Fue caritativa y generosa con los marginados, los enfermos (…); algunos testigos la comparan con la Madre Teresa de Calcuta”, señaló el cardenal.
Además, resaltó que la existencia de Chiquitunga estuvo llena de bondad, caridad y humildad. “Renunció al amor humano para entregárselo al Señor”, agregó.
Cabe destacar que las hermanas carmelitas descalzas y un fray de la orden acercaron el cerebro incorrupto de Chiquitunga.
Por su parte, Ángel Ramón, acompañó junto a su madre la procesión con la reliquia. Al final de la eucaristía, fue llevada en caravana hasta el monasterio de las carmelitas.