Los dos principales candidatos presidenciales han estado muy ocupados en estos días finales para las elecciones generales en Paraguay de los siguientes días.
Su principal objetivo es sumar adeptos de cara a la votación del 23 de abril, cuando el electorado decidirá entre Mario Abdo Benítez, de la Asociación Nacional Republicana-Partido Colorado (ANR-PC) -ahora en el poder-, y Efraín Alegre, de la Gran Alianza Nacional Renovada (Ganar).
Hay algunos analistas atestiguan una apatía en la generalidad de la ciudadanía en torno a estos comicios, aunque lo que se ve, se nota, se palpa, no es exactamente así.
Pero, de todas maneras, los candidatos se mueven de uno a otro lugar promocionando sus campañas, ofreciendo tales o cuales beneficios en un eventual gobierno de vencer en el sufragio y, por supuesto, atacando a su rival desde cualquier ángulo, con argumentos a veces rayanos en lo inverosímil.
Junto a cada uno de ellos aparecen en los actos proselitistas en cualquier rincón del país -o lo hacen por separado- quienes aspiran a otros cargos de los puestos en juego en el ejercicio cívico, tanto a curules en el bicameral Congreso Nacional como a dirigir las gobernaciones de los 17 departamentos paraguayos.
Compromisos tomados en esta campaña
Pocos resultan ser los compromisos expresados y, en su mayoría, los mencionan solo de manera general, tal vez con mayores especificaciones de parte del presidenciable de Ganar.
No obstante, Marito (como es conocido y nombrado) no dice mucho, casi nada, acerca de las medidas que adoptará para ello cuando, como asegura, tome el poder de manera democrática y transparente.
No obstante, trastabilla incluso de la mano de su otrora archienemigo Horacio Cartes, a quien parece importar poco los deberes que debe cumplir como jefe de Estado y se aparece en numerosos actos proselitistas para tratar de convencer a los colorados de no dejarse vencer.
El candidato presidencial, actualmente es conocido como el ‘Marito de la gente’ y actualmente cuenta con una abrumadora superioridad en la intención de votos sobre su contrincante Alegre.
