A través de un comunicado La Organización de las Naciones Unidas expresó sus condolencias y aborrecimiento ante los hechos que enlutaron a varias familias venezolanas. El incendio había ocurrido el pasado miércoles a causa de un motín.
Al menos esa es la información que se tiene hasta ahora. Inicialmente se manejó la cifra de 68 personas fallecidas. Pero este número aumentó a 120, que incluye reclusos y visitantes.
Para la magnitud de la tragedia hubo mucho silencio, según sostiene la oposición. Además de ello, llamó la atención que se instó al disfrute de la Semana Mayor, como si nada.
Entre los que se pronunciaron por parte de la oposición, destaca el diputado Ángel Álvarez. Él, desde su partido Voluntad Popular lamentó los hechos y señaló que esta es otra razón más para acusar al gobierno de un delito sobre Derechos Humanos. Por otro lado, juzgó el desconocimiento sobre las cifras del número de fallecidos. Entre otras cosas, dijo: «Cada hora que pasa oscurece más esta masacre”
Un incendio que persiste
Hay que considerar e imaginar el estado en el que se encuentra actualmente el sistema carcelario de Venezuela, caracterizado por hacinamiento, insalubridad y carencias. Igualmente, se le añade la ley particular que impera en las celdas de cualquier recinto penitenciario. Estos elementos probablemente influyeron en el caos que imperó en una situación como la vivida ese miércoles.
Información desconocida
Un buen número de parientes esperaron por tres días en medio de la angustia de saber el estado de los reclusos. Sin saber si su familiar estaba vivo o había perecido. Se dirigían a la comisaría para hallar información.
El día del hecho Tarek William Saab, fiscal general se limitó en hacer pública la situación y aludió solo a un número de fallecidos. Se refirió nada más a unos visitantes que murieron en un “supuesto” incendio. Puntualizó que se ampliaría la investigación y que se determinarán a los responsables. A la par, que se le brindará la ayuda a los familiares afectados. No agregó más información al respecto de la trascendencia de este hecho.
Llamó la atención que el día viernes lo que reinó fue el silencio por parte del fiscal, quien suele estar activo en redes sociales. El mismo caso con el presidente Maduro y el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol. La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela mantuvo el mismo mutismo.
No se vivía en Venezuela una tragedia carcelaria de tan gran magnitud desde 1994, cuando en Maracaibo ocurrió un incendio que cobró la vida de 108 privados de libertad.